E.P.J.A Sec. N° 9
Curso: 1° B
Prácticas del lenguaje
Profesor: Gustavo Adrian Reyes gustavoadrianreyes2020@gmail.com
Trabajo practico n° 2- Género Narrativo
La Literatura es un concepto complejo en constante construcción. Siendo un
arte, la literatura conjuga el lenguaje, y el juego con el lenguaje, con el
placer del lector. Pare llegar a esto, la literatura tiene un propósito
estético.
Mirar el siguiente video:
1-¿Cuál es la definición o definiciones que utiliza Paulina Treviño en
el video?
2-¿Por qué afirma que la literatura debe enseñarte a ser curioso? ¿Lo
hace?
Cuando hablamos de literatura, se suele dividir a la literatura en tres
géneros literarios:
Género Lírico: es
el género en el que se busca, prioritariamente, expresar sentimientos, que
pueden expresarse en textos escritos u orales, ya sea en prosa o en verso, a
través de poesías, canciones, y otros.
Género Dramático:
incluye los textos pensados para ser representados, esto significa que se
trata, en definitiva, del texto teatral, ya sea el texto escrito o el texto
representado.
Género Narrativo: es
el texto que implica contar una historia, narrar. Supone plantear una ficción y
comunicar el universo creado de hechos y experiencias.
En este trabajo nos centraremos en el Género Narrativo.
Leamos el siguiente cuento:
El leve Pedro de Enrique
Anderson Imbert
Durante dos meses se asomó a la
muerte.
El médico murmuraba que la enfermedad de Pedro era nueva, que no había
modo de tratarla y que él no sabía qué hacer... Por suerte el enfermo, solito,
se fue curando. No había perdido su buen humor, su oronda calma provinciana.
Demasiado flaco y eso era todo. Pero al levantarse después de varias semanas de
convalecencia se sintió sin peso.
–Oye –dijo a su mujer– me siento
bien, pero no te puedes imaginar cuán ausente me parece el cuerpo. Estoy como
si mis envolturas fueran a desprenderse dejándome el alma desnuda.
–Languideces –le respondió su
mujer.
–Tal vez.
Siguió recobrándose. Ya paseaba por el caserón, atendía el hambre de las
gallinas y de los cerdos, dio una mano de pintura verde a la pajarera
bulliciosa y aun se animó a hachar la leña y llevarla en carretilla hasta el
galpón. Pero según pasaban los días las carnes de Pedro perdían densidad. Algo
muy raro le iba minando, socavando, vaciando el cuerpo. Se sentía con una
ingravidez portentosa. Era la ingravidez de la chispa y de la burbuja, del
globo y de la pelota. Le costaba muy poco saltar limpiamente la verja, trepar
las escaleras de cinco en cinco, coger de un brinco la manzana alta.
–Te has mejorado tanto –observaba su mujer– que pareces un chiquillo
acróbata.
Una mañana Pedro se asustó. Hasta entonces su agilidad le había
preocupado, pero todo ocurría como Dios manda. Era extraordinario que, sin
proponérselo, convirtiera la marcha de los humanos en una triunfal carrera en
volandas sobre la quinta. Era extraordinario pero no milagroso. Lo milagroso
apareció esa mañana.
Muy temprano fue al potrero. Caminaba con pasos contenidos porque ya
sabía que en cuanto taconeara iría dando botes por el corral. Arremangó la
camisa, acomodó un tronco, tomó el hacha y asestó el primer golpe. Entonces,
rechazado por el impulso de su propio hachazo, Pedro levantó vuelo.
Prendido todavía del hacha, quedó un instante en suspensión, levitando
allá, a la altura de los techos; y luego bajó lentamente, bajó como un tenue
vilano de cardo.
Acudió su mujer cuando Pedro ya había descendido y, con una palidez de
muerte, temblaba agarrado a un rollizo tronco.
–¡Hebe! ¡Casi me caigo al cielo!
–Tonterías. No puedes caerte al cielo. Nadie se cae al cielo. ¿Qué te ha
pasado?
Pedro explicó la cosa a su mujer y ésta, sin asombro, le convino:
–Te sucede por hacerte el acróbata. Ya te lo he prevenido. El día menos
pensado te desnucarás en una de tus piruetas.
–¡No, no! –insistió Pedro–. Ahora es diferente. Me resbalé. El cielo es
un precipicio, Hebe.
Pedro soltó el tronco que lo anclaba pero se asió fuertemente a su
mujer. Así abrazados volvieron a la casa.
–¡Hombre! –le dijo Hebe, que sentía el cuerpo de su marido pegado al
suyo como el de un animal extrañamente joven y salvaje, con ansias de huir–.
¡Hombre, déjate de hacer fuerza, que me arrastras! Das unas zancadas como si
quisieras echarte a volar.
–¿Has visto, has visto? Algo horrible me está amenazando, Hebe. Un
esguince, y ya comienza la ascensión.
Esa tarde, Pedro, que estaba apoltronado en el patio leyendo las
historietas del periódico, se rió convulsivamente. Y con la propulsión de ese
motor alegre fue elevándose como un ludión, como un buzo que se quitara las
suelas. La risa se trocó en terror y Hebe acudió otra vez a las voces de su
marido. Alcanzó a agarrarle los pantalones y lo atrajo a la tierra. Ya no había
duda. Hebe le llenó los bolsillos con grandes tuercas, caños de plomo y
piedras; y estos pesos por el momento dieron a su cuerpo la solidez necesaria
para tranquear por la galería y empinarse por la escalera de su cuarto. Lo
difícil fue desvestirlo. Cuando Hebe le quitó los hierros y el plomo, Pedro,
fluctuante sobre las sábanas, se entrelazó con los barrotes de la cama y le
advirtió:
–¡Cuidado, Hebe! Vamos a hacerlo despacio porque no quiero dormir en el
techo.
–Mañana mismo llamaremos al médico.
–Si consigo estarme quieto no me ocurrirá nada. Solamente cuando me
agito me hago aeronauta.
Con mil precauciones pudo acostarse y se sintió seguro.
–¿Tienes ganas de subir?
–No. Estoy bien.
Se dieron las buenas noches y Hebe apagó la luz.
Al otro día cuando Hebe despegó los ojos vio a Pedro durmiendo como un
bendito, con la cara pegada al techo.
Parecía un globo escapado de las manos de un niño.
–¡Pedro, Pedro! –gritó aterrorizada.
Al fin Pedro despertó, dolorido por el estrujón de varias horas contra
el cielo raso. ¡Qué espanto! Trató de saltar al revés, de caer para arriba, de
subir para abajo. Pero el techo lo succionaba como succionaba el suelo a Hebe.
–Tendrás que atarme de una pierna y amarrarme al ropero hasta que llames
al doctor y vea qué pasa.
Hebe buscó una cuerda y una escalera, ató un pie a su marido y se puso a
tirar con todo el ánimo. El cuerpo adosado al techo se removió como un lento
dirigible.
Aterrizaba.
En eso se coló por la puerta un correntón de aire que ladeó la leve
corporeidad de Pedro y, como a una pluma, la sopló por la ventana abierta.
Ocurrió en un segundo. Hebe lanzó un grito y la cuerda se le escapó de las
manos. Cuando corrió a la ventana ya su marido, desvanecido, subía por el aire
inocente de la mañana, subía en suave contoneo como un globo de color fugitivo
en un día de fiesta, perdido para siempre, en viaje al infinito. Se hizo un
punto y luego nada.
En: Cuentos, Corregidor, 1999
También puedes escucharlo en:
Cuando analizamos un cuento siempre debemos tener en cuenta varias cosas.
Por un lado, las características generales de todo cuento. Y por otro, las
características específicas del tipo de cuento.
Los cuentos son narraciones ficcionales, en las que un escritor imagina
los hechos organizándolos de una manera determinada, contándolos con un
vocabulario que elige especialmente. Es por ello, que el mundo representado en
todo cuento es siempre una creación, una ficción, protagonizado por personajes
y no por personas.
Los cuentos se caracterizan por:
·
Ser relatos breves, su extensión es menor que la de
una novela, lo que implica que no suelen tener amplias descripciones, ni de personajes
ni de lugares o épocas.
·
El tiempo y el espacio en que transcurren los
cuentos están condensados al máximo.
·
En los cuentos se intensifica la línea argumental,
dándole mayor importancia a los núcleos narrativos, estos son las acciones
principales del relato que no pueden ser eliminados sin que se pierda la
coherencia del mismo. Esto implica que hay menor cantidad de acciones
secundarias.
·
Suelen tener pocos personajes.
·
Por lo general, se escriben en prosa.
Tema principal y secundario
La información de
las obras literarias es muy numerosa y, a veces, difícil de entender. Es
posible "perderse" en la historia contada, confundir algunos hechos o
no encontrar el sentido de los textos. Ud. puede utilizar un recurso que le
permitirá comprender y disfrutar los textos de ficción.
Este procedimiento se refiere a la identificación del tema principal y
de los temas secundarios.
La definición más común de tema principal dice: "es el asunto
del que trata una obra". Una vez identificado ese asunto,
usted, como lector, establecerá el tema principal teniendo en cuenta que:
·
se expresa en una sola oración unimembre,
·
esa oración debe ser corta y clara,
·
no debe contener los nombres de los personajes,
·
debe nombrar la idea principal que el autor quiere
transmitir mediante su historia inventada
Temas secundarios
Aquellos temas que pueden sacarse, puede no hablarse de ellos y sin embargo
el cuento seguirá teniendo sentido, constituyen los temas secundarios de un
relato o una narración.
3-Determina cuál es el tema principal del cuento El leve Pedro.
4- Indica uno o mas temas secundarios.
El tiempo y el espacio de la narración
Estos dos aspectos forman lo que se denomina el marco de la
narración. Nos indican cuál es el lugar, el escenario donde ocurren las
acciones contadas por el narrador. A veces, este espacio está precisado
claramente a través de nombres concretos o de descripciones detalladas en las
que se dan las características del lugar. Otras veces, se debe deducir por
ciertos datos del contexto cómo es el espacio donde se presentan los sucesos. Los
hechos, en la vida real, se suceden siguiendo un orden cronológico, es decir,
uno después de otro. Sin embargo, el narrador, en la historia, puede
presentarlos de esa manera, o bien, alterando el orden en que se produjeron, ya
que, los hechos que se cuentan son ficticios
5- ¿Cuál es el
tiempo en que transcurre el cuento? ¿y el espacio?
Personajes
Los personajes de
una narración pueden ser humanos, animales u objetos animados. Podemos conocer
las características de ellos a través de las descripciones que haga el
narrador (rasgos físicos, vestimenta, actitudes, psicología, personalidad) o
bien, por medio de las acciones que realizan o los diálogos en
los que intervienen. Los personajes, según su grado de participación en la
narración, pueden clasificarse en personajes protagonistas y personajes
secundarios.
6- Determina cuáles
son los personajes del cuento y cuáles son las características que los
distinguen.
Estructura narrativa
Toda narración tiene,
básicamente tres partes, a saber: marco o inicio, que nos
presenta a los personajes y los sitúa en una época y lugar, nos presenta la
situación inicial; complicación o nudo, que nos presenta un hecho
o problema que debe ser resuelto; resolución o desenlace, donde
la complicación se resuelve de manera favorable o desfavorable.
7- Entonces
completa brevemente:
Marco de El leve Pedro:………………………………………………………………..
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
Complicación de El
leve Pedro: …………………………………………………….
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
Resolución de El
leve Pedro: ………………………………………………………….
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
8- Inventa un
cuento breve, que mantenga las características distintivas vistas en este
trabajo. Esto es: que mantenga las tres partes distintivas de la estructura
narrativa; personajes principales y secundarios, un tema principal y al menos
un tema secundario, y un tiempo y espacio que sean distinguibles.
Enviar la
resolución del trabajo al correo electrónico gustavoadrianreyes2020@gmail.com.
También puedes
enviar consultas o sugerencias al mismo correo.
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