lunes, 2 de noviembre de 2020

2do "D" y "E"- Prácticas del lenguaje- Séptimo encuentro- Segunda etapa

 

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE

2do AÑO “D” y “E”- Séptimo ENCUENTRO VIRTUAL

SEGUNDA ETAPA

Buena semana para todos

Esta semana seguiremos con el tema: EL BARROCO   

Es importante que el contenido TEÓRICO lo puedan copiar en la carpeta, al mismo tiempo que las actividades con las resoluciones.

Las mismas deben ser enviadas por el siguiente medio:

-          ernestolivera_7@hotmail.com / mauricioolivera44@gmail.com 

-          El que pueda, y sepa manejar computadora, y pueda mandar en algún archivo de Word sería mejor.

-          Tomar una foto de la hoja con la actividad (clara y de buena visualización) donde aparezca su nombre, curso,  y enviarla al preceptor.

-          Recuerden que estas mismas actividades estarán en el blog escolar

-          También seguimos usando CLASSROOM. Es práctico de usar, como así también para corregir.

-          Consultas la pueden hacer en cualquier momento, solo recuerden que con ustedes tengo más carga horaria los miércoles entre las 18:00 hs a 22:00hs

-          Tengan en cuenta que no recibiré las actividades fuera de fecha. Directamente el alumno que no cumpla este apartado, recuperará la actividad en el periodo de compensación.

-         Día de entrega de las actividades de este encuentro: 16/11/20 INCLUSIVE.

Esa es toda la introducción hasta aquí. Después de la línea es lo que deben tener en la carpeta.

Buena semana.

 

 


Esta semana leerán algunos textos y contestaran preguntas.

 

El machismo, una forma de discriminación Sor Juana Inés de la Cruz, víctima de su época

 

Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana, conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, y ponderada por algunos de sus contemporáneos como “décima musa”, nació a mediados del S.XVII y murió en 1695 mientras cuidaba a enfermos de una epidemia. Cuando tenía 16 años fue introducida en la Corte virreinal como dama de compañía. En 1667 entró como novicia en un convento carmelita, pero el reglamento le pareció demasiado estricto y regresó a la vida de la Corte. En 1669 se convirtió en monja de la orden de San Jerónimo, menos estricta que la anterior y perteneció a ella hasta su muerte. Muchos sospecharon que la decisión de hacerse monja siendo una intelectual brillante de su época, se debió a un previo desengaño amoroso. Pero nos atendremos a un fragmento de su Respuesta a Sor Filotea de la Cruz: Entreme a religiosa, porque aunque conocía que tenía el estado cosas (de la accesoria hablo, no de las formales) muchas repugnantes a mi genio, con todo, para la total negación que tenía el matrimonio, era lo menos desproporcionado y lo más decente que podía elegir en materia de la seguridad que deseaba mi salvación. Estas palabras en las que explica las razones de su estado religioso fueron las que hicieron de Sor Juana una heroína de leyenda para las feministas. En su época, la mujer tenía dos opciones: el matrimonio y el convento. En ambos casos estaría sometida al machismo dominante. Sor Juana no pudo escapar a esta mentalidad encarnada en las “recomendaciones” del obispo de Puebla cuando le “aconseja” abandonar el camino de la búsqueda del conocimiento y limitarse a sus deberes de religiosa. Como dice Octavio Paz: Si hubiera sido hombre no la hubieran atormentado los celosos príncipes de la iglesia. La no aceptación de la inteligencia depositada en un cuerpo de mujer muestra los entretelones del poder encarnado en una mentalidad represiva. Sin embargo, la intervención del obispo fue valiosa porque el temor al Santo Tribunal de la Inquisición (instalado en la colonia) lleva a la monja a argumentar en la Respuesta, a través de un estilo barroco, justificando su amor al estudio de un modo que denuncia la falta de libertad del intelectual, y más aún, si éste es una mujer. Que alguien perteneciente al género femenino se interesa por saber era sumamente revolucionario para la época. Fue extemporánea porque comprendió que el conocimiento era liberador y se anticipó al defender los derechos de las mujeres al estudio. No quiero (ni tal destino cupiera en mí) decir que me han perseguido por saber, sino sólo porque he tenido amor a la sabiduría y a las letras (…) han llegado a solicitar que se me prohíba el estudio. Una vez lo consiguieron con una prelada muy santa y muy cándida que creyó que el estudio era cosa de Inquisición y me mandó que no estudiase. Yo la obedecí (unos tres meses que duró el poder ella mandar) a cuanto a no tomar libro, que en cuanto a no estudiar absolutamente, como no cae debajo de mi potestad, no lo pude hacer, porque aunque no estudiaba en los libros, estudiaba en las todas las cosas que Dios crió. (…)Pues, ¿qué os pudiera contar, señora de los secretos naturales que he descubierto estando guisando? (…) Pero señora, ¿qué podemos saber las mujeres sino filosofías de cocina? (…) Sor Juana considera que el estudio de las Sagradas Letras no es una cuestión de género, sino de inteligencia y virtud. Dice: No sólo a las mujeres, que por tan ineptas están tenidas, sino a los hombres que con sólo serlos piensan que son sabios se habría de prohibir la interpretación de las Sagradas Letras en no siendo muy doctos y virtuosos y de ingenios dóciles y bien inclinados. Exiliada del pensamiento, la hermosa mujer de delicada feminidad y poseedora de firmes convicciones racionales, muestra su vasta erudición en la Carta Respuesta a Sor Filotea y logra un singular discurso en donde trata de dar argumentos válidos para evitar el castigo de la Inquisición. A pesar de su acto de contrición, su rebeldía se manifiesta a través de la ironía. Su escritura inserta dentro del barroco expresa por vía indirecta (juegos de palabras, de conceptos y abundantes recursos retóricos) la postura del criollo privado de la libertad de expresión.

 

La voz del interior, abril de 1996

 

“La prostitución daña a toda la sociedad”

Por Rosa Bertino

Hace menos de una semana, cuando la Fundación Arcor organizó un seminario sobre Tráfico de Mujeres para Explotación Sexual, pocos imaginaron que a sólo kilómetros de esta capital un grupo de jóvenes sobrevivía en una aberrante situación de esclavitud. Hasta el martes pasado, la memoria de los participantes locales se había detenido en el episodio del prostíbulo de Alcira Gigena. En pocos días, Inriville superó la peor imaginación.

La visita de la doctora Ingela Klinterberg, jefa de la Fiscalía General de Karlskrona (Suecia), no sólo permitió conocer a una funcionara empecinada en la lucha contra lo que Naciones Unidas califica como “la peor esclavitud del siglo 21”. También permitió corroborar una amarga realidad: mientras en países como el nuestro abundan las intenciones y proclamas, en otros se procede con toda la fuerza de la ley. Y los que delinquen le tienen temor a la ley.

–¿Cómo se penaliza la prostitución en Suecia?

–En Suecia, la prostitución es considerada como un acto de violencia ejercido por el hombre contra mujeres y menores. Se la reconoce oficialmente como forma de explotación. Es un flagelo que no sólo daña a los prostituidos sino a toda la sociedad. A partir de enero de 1999, la compra de servicios sexuales constituye un delito que puede acarrear una condena de multas o cárcel de hasta seis meses. Para el proxeneta se trata de un delito federal, sentenciado con dos a 10 años de prisión. En Suecia se castiga a quienes adquieren los servicios o negocian con ellos; las mujeres o menores víctimas de este comercio no son penalizados. La vigencia de esta ley produjo un descenso drástico en la prostitución callejera. También ha disminuido el número de hombres que compran estos servicios, al igual que el reclutamiento de mujeres. Ocho de cada 10 suecos están a favor de esta legislación.

–¿Cuándo y cómo se convirtió en un problema que exigió castigar al cliente?

–Lo que hasta los años ’80 era un problema, en los ’90 se convirtió en un drama. No se resuelve castigando a la prostituta, sino al consumidor. A partir de los ’90, tras la caída del Muro de Berlín y el bloque socialista, cientos de niñas y niños de Rusia, Rumania o Bulgaria son traficados con destino a Suecia, Holanda o Dinamarca. También desde los pequeños países del Báltico. En Suecia, la situación detonó en 1997, cuando en el Hotel “El Volante de Oro”, en Estocolmo, se encontraron una decena de jóvenes checas que habían sido engañadas primero, y secuestradas después, para prostituirlas. El proxeneta era un sueco de ascendencia checa. Una de las chicas pudo telefonear a la madre, y ésta llamó a la policía sueca desde su país. Ahí descubrimos que no teníamos una legislación adecuada para esta nueva forma de cometer un viejo delito. Ahora contamos también con el Convenio de la Unión Europea contra el Tráfico de Personas, firmado en julio de 2002. Argentina también lo suscribió, aunque entiendo que todavía no ven acciones ni resultados concretos.

–¿Con cuánta celeridad puede usted investigar y resolver un caso?

–Deduzco que su pregunta está dirigida a conocer los vericuetos burocráticos y procesales. Para este tipo de crímenes, yo tengo atribuciones de fiscal y juez a la vez. Para que se entienda mejor: no dependo de nadie para ordenar un allanamiento, un cateo, un encarcelamiento preventivo. La Policía depende de mí, por así decirlo, y recibe instrucciones. Cuando el problema se agravó, tuvimos que tomar medidas estrictas. Hoy los policías suecos tienen la orden de averiguar los antecedentes de cualquier adulto mayor que viaje en compañía de menores, en circunstancias mínimamente sospechosas. Los controles en las fronteras son muy estrictos.

–Nosotros teníamos a Suecia como el paraíso de la liberación sexual, y creíamos que con eso se terminarían las viejas prácticas.

–Muchos nos tienen como iniciadores o propagadores de la liberación sexual en el mundo. Entiendo se debe al cine sueco de los ’50 y ’60. Confieso que no soy muy ducha, en antropología cultural, como para saber a qué se debe que las viejas prácticas siguen, y empeoran. Pero es la realidad, y los mensajes y la publicidad tienen bastante que ver. Antes había represión; ahora hay exceso de lo contrario. Está visto que la libertad no es algo que se ejerza fácil y limpiamente. Mientras la sociedad no asuma su compromiso con los derechos humanos, seguirá permitiendo el accionar de los traficantes. Terminar con la prostitución es un deber del Estado, y una obligación de la sociedad.

–¿Cómo hacen con la publicidad de lugares y servicios eróticos?

–¡Están absolutamente prohibidos! El editor es multado y, si reincide, tiene pena de cárcel. Pero seamos realistas: con Internet esta prohibición se volvió obsoleta. Hay decenas de sitios “hot” en la red, y de acceso a pornografía infantil. Para este engorroso ítem tenemos leyes, pero nos faltan herramientas de detección y vigilancia. La electrónica va más rápido. Por eso insistimos en que se trata básicamente de una cuestión de conciencia. El que se prostituye, por fuerza ajena o necesidad propia, generalmente está inmerso en un contexto de miseria y exclusión. En cambio, el que requiere esos servicios no tiene nada de pobre, ni de viejo, ni de ignorante. En Europa, el cliente promedio suele ser un hombre de edad mediana, de posición acomodada, instruido, con familia e hijos. Mientras la sociedad sea cómplice, y no denuncie o condene moralmente estas prácticas, no se podrá erradicar la prostitución y la esclavitud de seres humanos.

 

 

Rigurosamente incierto. Mujer, abnegación y destino

Norberto Firpo

LA NACION

Aquellas mujeres debían ciega obediencia al padre y luego al marido, no se les reconocía ningún derecho ciudadano y su status jurídico no excedía al de sus hijos varones menores de edad. Padres y maridos en mala situación económica podían cotizarlas como vulgar mercancía y ofrecerlas en pago por alguna deuda. Sin duda, las mujeres eran seres inferiores en la Grecia clásica, la de los grandes filósofos, y siguieron siéndolo en la Roma de los Césares: el pater familias ejercía sobre ellas poderes absolutos, como el de decidir que no merecían vivir, en tanto se revelaran díscolas o desobedientes.

En la Edad Media les fue un poco mejor: los fueros más progresistas determinaban que debía ser castigado el varón que les infligiera daño injusto o desmedido, pero teniendo en cuenta que toda persona femenina valía, socialmente, la mitad que toda persona masculina. La Revolución Francesa estableció el principio de igualdad entre los hombres, pero no de los hombres respecto de las mujeres.

La Revolución Industrial de principios del siglo XIX sacó a las mujeres de la cocina, del cuarto de los críos y del dormitorio del amo y le impuso condiciones de esclavitud en las fábricas, casi comparables a las que padecían unos mil años antes, cuando cierta interpretación de textos sagrados ponía en duda que tuvieran alma. Esa revolución, sin embargo, instauró una corriente de rezongos que alcanzó rápida trascendencia: el feminismo, en efecto, apuró un proceso de equivalencia de derechos cívicos y sociales, más o menos semejantes a los del varón.

El Día Internacional de la Mujer, que se celebrará pasado mañana, debe entenderse como recordatorio de tan larga sucesión de felonías, amén de como homenaje por su indeclinable abnegación para dar vida y protegerla, aun cuando amamantaran a un futuro macho esclavista o a un proxeneta, como los que todavía abundan. Ejemplos de esa truculenta prepotencia viril dan cuenta todavía hoy las crónicas policiales, así como también las leyes, usos y costumbres de culturas suscriptas al fundamentalismo troglodita.

En la actualidad, millones de mujeres permanecen impedidas de concurrir a la escuela y sufren castigo físico de los amos de la familia, autorizados por ley a imponerles disciplina, en tanto la golpiza "no dañe sus huesos ni deforme parte alguna de su cuerpo", tal como reza un dictamen dado en los Emiratos Arabes Unidos, en marzo de 2002.

¿Existiría la poesía si no fuera por ellas? Poetas y artistas en general las han considerado paradigmas de belleza y esencial fuente inspiradora, por lo que resulta innegable que dieron sentido cabal a la palabra amor y que supieron inocular romántica sensibilidad en la agreste naturaleza masculina. Es algo que las mujeres saben muy bien y que presta razonable asidero a un reclamo de las feministas contemporáneas: no estaría mal, dicen, que a la par del Día Internacional de la Mujer, algún otro punto del almanaque incorporara una distinción paralela, el Día Internacional del Varón. ¿O acaso no huele a dispensa machista eso de que exista un día que rinde homenaje a ellas y ninguno a ellos?

 

México no abandona la cultura de la violencia contra las mujeres

"Odio quiero más que indiferencia" o "Pégame pero no me dejes" son frases que perviven en canciones y dichos populares mexicanos, en lo que indicaría que el país es aún terreno fértil para el maltrato hacia la mujer. Pero según organizaciones defensoras de los derechos de la mujer, también hay cifras para demostrarlo.

El 34 por ciento de las casi 54 millones de mejicanas que viven en el país ha recibido algún tipo de maltrato, pero la gran mayoría no lo denuncia, según los resultados preliminares de una encuesta sobre derechos femeninos difundida esta semana.

"Es muy doloroso saber que todavía hay mujeres que creen que deben recibir su dosis de violencia por parte de su esposo", dijo la coordinadora de la Red Nacional Género y Economía, Aída Conecha.

"Y por supuesto que también hay hombres que creen que las mujeres necesitan sus golpes para tenerlas en su lugar", agregó la activista.

Vivir con violencia

Según la consulta nacional, el uno por ciento de las encuestadas respondió negativamente a la pregunta de si creían que las mujeres deberían tener derecho a vivir sin violencia.

En otra pregunta, el sondeo, basado en las respuestas de más de 350.000 hombres y mujeres, reveló que otro uno por ciento de las mujeres consideró que no deben tener el mismo derecho que los hombres a la alimentación.

"Esto es terrible, hoy, en pleno año 2000, no es posible que para algunas mujeres mejicanas sea normal llevar una vida con violencia sin una buena alimentación", dijo a la agencia Reuters Alicia Sepúlveda, miembro del sindicato de telefonistas de México.

Sepúlveda agregó que el día de la encuesta conversó con algunas mujeres en una de las mesas de votación en el centro de la ciudad de México. Para ellas "era lo más normal y hasta cosas del destino" el vivir con violencia y mala alimentación. "Desgraciadamente todavía hay manifestaciones de que la mujer debe estar en segundo lugar", afirmó.

Trabajo doméstico

Otra de las preguntas del sondeo reveló que el cinco por ciento de los hombres encuestados respondió que el trabajo doméstico es responsabilidad exclusiva de la mujer.

"El trabajo doméstico sigue siendo un obstáculo para el verdadero avance de las mujeres. Ellas pierden hasta 16 horas en las actividades del hogar", dijo Conecha.

Los organizadores del sondeo dijeron que esa actitud machista de algunos mejicanos también se demuestra cuando se oponen a que su pareja busque oportunidades de trabajo. Irónicamente, cuando la mujer finalmente debe buscar un empleo lo hace precisamente como empleada doméstica y su sueldo es menor al salario mínimo mensual.

En las zonas rurales, aproximadamente 3,5 millones de mujeres viven en "condiciones infrahumanas", trabajando hasta 18 horas diarias y con una esperanza de vida mucho menor que la de las mujeres urbanas, agregó el organismo.

La Voz del Interior, 13 de marzo de 2000 (fragmento)

 

 

 

Actividades para “Sor Juana Inés de la Cruz víctima de su época”

1)      ¿Dónde manifiesta Sor Juana la represión sufrida por la mujer con respecto al acceso al conocimiento?

2)      ¿Dónde se nota la ironía en los fragmentos de Sor Juana?

3)      El machismo ¿Es una manifestación de poder? Fundamentar

Actividades para “La prostitución daña a toda la sociedad”

1)      ¿Qué información nos brinda el artículo?

 

Actividades para “México no abandona la cultura de la violencia contra las mujeres”

1)      ¿Cómo se manifiesta el machismo según el artículo?

2)      ¿Por qué el machismo es un problema cultural? Fundamentar

Actividades para “Mujer, abnegación y destino”

1)      ¿Cómo es vista la mujer con el paso de los siglos?

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